Después de algo más de doce años de relación, Leo Messi y Antonella Roccuzzo pasarán por la vicaría para darse el «sí, quiero» el próximo 30 de junio. Un paso que ha pillado a todos por sorpresa, pese a los dos hijos que tienen en común. La ceremonia se celebrará en Argentina, país de origen de la pareja, donde comenzó su historia de amor y donde se convertirán en marido y mujer en menos de un mes.
A pocos días del enlace se ha confirmado la lista de los invitados que asistirá al enlace. Muchos se ha especulado sobre las estrellas que acudirán, incluso hasta el nombre de Cristiano Ronaldo salió en su momento como posible invitado.
El diario deportivo catalán Sport ha publicado la lista definitiva en la que se descubre que el astro del balón no invitará a la plantilla del Barcelona al completo. El jugador azulgrana contó con sus 21 compañeros de equipo, también con los utilleros, fisioterapeutas, masajistas, recuperadores y médicos del primer equipo, sin embargo no todos van a poder asistir debido a otros compromisos personales y profesionales, es el caso de Andrés Iniesta, que fue padre recientemente y por ello le es imposible desplazarse hasta Argentina para participar en el casamiento. Uno de los nombres destacados en la lista de invitados ha sido el de Pepe Costa, responsable de la oficina de atención del jugador y amigo íntimo de Leo.
Una de las ausencias más impactantes a la boda será la de Luis Enrique, a pesar de haber compartido los últimos tres años con él. A la ceremonia tampoco asistirá el cuerpo técnico del equipo barcelonés. Lo que también se sabes es que Leo Messi pidió al equipo que de regalo de bodas cada invitado realizase una donación para la fundación que lleva su nombre, dedicada a ayudar a niños desfavorecidos en todo el mundo.
Historia de amor
Desde el primer momento, Messi supo que sería la mujer de su vida. Se conocieron gracias a su mejor amigo de la infancia, Lucas Scaglia, cuando apenas tenía nueve años y ella uno menos.
La ciudad de Rosario fue testigo de su amor. Según publica el portal «Depor», ambos se hicieron inseparables desde el primer instante. Incluso los lugareños creían que eran novios.
Pero esa ilusión no duró mucho. Con tan solo 13 años, el argentino se trasladó a Barcelona para jugar en la cantera de su actual equipo. Menos mal que el destino les volvió a unir en 2004, cuando Messi regresó a su tierra y se la encontró de casualidad por la calle. El amor volvió a surgir y desde ese momento se convirtieron en inseparables.
Source: ABC