Advierten que la UE deberá garantizar que “todos los bancos en la eurozona cumplen los estándares de supervisión bancaria europea”

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, advirtió este lunes de que la salida del Reino Unido de la Unión Europea (UE), conlleva el riesgo de que se creen lagunas en la supervisión comunitaria de las entidades financieras que ahora tienen su sede en Londres, reseñó EFE. Durante una comparecencia ante la comisión de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo (PE), en la que indicó también que el BCE está convencido de que es necesario mantener los estímulos monetarios, Draghi pidió a los eurodiputados utilizar su poder legislador para blindar sus poderes de supervisión. Draghi reconoció que “hay un riesgo de fragmentación y de lagunas en la supervisión” que el BCE, que se encarga de vigilar la banca europea a través del llamado Mecanismo Único de Supervisión, “no puede abordar ahora mismo”. Una de las consecuencias directas de la retirada de Reino Unido será que las entidades que tienen su sede en la City londinense perderán el llamado “pasaporte” que les permite operar desde allí en los otros veintisiete Estados miembros, con lo que la perspectiva de futuro inmediata para ellas es el traslado a otro país del bloque. Sin embargo, Draghi explicó que los bancos podrían optar por establecer intermediarios o una filial en el continente que no estarían sujetos a la supervisión comunitaria. El presidente del BCE advirtió de que la UE deberá garantizar que “todos los bancos en la eurozona cumplen los estándares de supervisión bancaria europea” y que “la seguridad y solidez del sistema no serán peores” tras la salida del Reino Unido. “Tendrán ustedes que asegurarse de que los riesgos similares son tratados de una forma similar y de que se evita el riesgo regulador”, instó Draghi a los eurodiputados, que tendrán que aprobar el acuerdo final de salida que se alcance entre Londres y Bruselas. Mientras tanto, dijo, el BCE sigue de cerca la preparación de los bancos para reorganizar sus actividades en la eurozona y está listo para apoyarles, si bien, advirtió, estos deben preparase “a tiempo”. Draghi recordó asimismo a la Eurocámara que estará en sus manos decidir las condiciones que se exigen a las centrales de contrapartida -intermediarios que gestionan los riesgos en las operaciones de derivados con euros-, unas entidades ubicadas en su inmensa mayoría en el Reino Unido pero que son cruciales para la estabilidad de la moneda única. El presidente del BCE subrayó que, si bien es pronto para aventurar qué marco se establecerá, Fráncfort quiere “como poco preservar el actual grado de implicación” en la supervisión de las centrales que son relevantes para todo el sistema financiero europeo. “Debemos tener las herramientas adecuadas bajo la ley europea para asegurar que podemos mantener la estabilidad de la divisa”, insistió Draghi, quien se mostró satisfecho con la idea presentada a principios de mes por la Comisión Europea (CE). El Ejecutivo comunitario, que deberá concretar su propuesta próximamente, prevé reforzar los poderes de supervisión del BCE sobre las centrales de terceros países o exigirles que se trasladen a la UE para garantizar la vigilancia de Fráncfort. Draghi se pronunció también sobre el futuro de la Autoridad Bancaria Europea (EBA, en inglés), encargada de las pruebas de estrés a la banca, que deberá abandonar Londres, y consideró que esta “debería coexistir” con el BCE en lugar de fusionarse con él, tal como piden algunas voces. La reubicación de los bancos, el futuro de las centrales de contrapartida y el traslado de la EBA, son las consecuencias más inmediatas y los retos más apremiantes del “brexit” para un sector, el bancario, que será de los más afectados por dicha medida, aprobada en referéndum en el Reino Unido en junio de 2016. Más allá de las consecuencias del “brexit” para el sector financiero, tema que centró la comparecencia, Draghi aprovechó para reiterar que el BCE mantendrá su política de estímulos pese a que la recuperación económica es “más firme” y los riesgos para el crecimiento “siguen disminuyendo”. Destacó que la inflación subyacente, que elimina elementos volátiles como el precio de la energía y alimentos frescos, aún es “suave” y que no se cumple su objetivo de elevar la inflación a cotas cercanas pero inferiores al 2%. En junio, dijo, la institución revisará sus previsiones. 

Source: El Mundo

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