El proceso de salida a Bolsa de Unicaja está en su recta final. La entidad negocia con la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) los últimos flecos del folleto de la oferta de suscripción de acciones (ops) y las previsiones internas se centran en tenerlo listo en el mes de junio. Según fuentes cercanas a la entidad, el banco que preside Manuel Azuaga es optimista respecto al éxito de la operación y aseguran que «el interés mostrado hasta ahora por los analistas es muy bueno». De esta forma, y salvo sorpresa de última hora, el estreno bursátil se desarrollaría en la primera quincena de julio.

Las fuentes matizan que en caso de que el interés de los inversores no resultara atractivo ahora la entidad haría un segundo intento a partir del uno de septiembre.

Así, tal y como aprobó la propia entidad en su última junta de accionistas, la intención de Unicaja es emitir 625 millones de acciones con un valor nominal de un euro. No obstante, aún está por definir el precio al que finalmente se fijen estas participaciones.

Unicaja tiene pendiente la devolución de los 1.129 millones de euros en ayudas públicas que recibió para la compara de Ceiss. Inicialmente, y en el marco de ese proceso de reestructuración, la entidad malagueña se comprometió con las autoridades a debutar en Bolsa a finales de 2016. Pero la compleja situación de los mercados llevó a que Bruselas autorizara el aplazamiento del proceso.

La ley de Cajas de Ahorros y Fundaciones Bancarias diseñada durante el rescate bancario obliga a las antiguas cajas a convertirse en fundaciones bancarias y apartar su negocio financiero en un banco. Además, les exige reducir su participación en ese por debajo del 50%, para así perder su control y desconsolidar la actividad bancaria de su balance. No obstante, los planes de la Fundación Unicaja, máximo accionista del banco y que preside Braulio Medel, es evitar una gran dilución y disminuir su actual paquete del 87% en la entidad hasta el 52% y el 50% del capital

De esta forma, la Fundación Unicaja seguirá siendo el accionista de control del banco cotizado, que a día de hoy tiene un valor en libros de unos 3.000 millones de euros. El capital que consiga ampliar mediante la ops dependerá del precio final al que salgan esas nuevas acciones a Bolsa, aunque los analistas esperan que los inversores exijan un importante descuento sobre el valor en libros.
Source: ABC

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